miércoles, 4 de enero de 2012

DESDE LA PALABRA: El Padrenuestro, “resumen” del Evangelio


Francisco Castro*

Hace pocas semanas hablábamos de la importancia de la oración diaria en la vida cristiana. Hoy quiero hablarles de la oración que Cristo nos dejó, de la oración central de la liturgia, el Padrenuestro. “Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos” (Lc 11,1).
  
El Padrenuestro tiene una diversa importancia teológica. Por un lado, se le llama “oración dominical”, es decir la “oración del Señor, porque nos la enseñó el mismo Jesús” (ver Catecismo). Por otro lado, el Padrenuestro es el “resumen” de todo el Evangelio. En él está contenida la doctrina evangelista.

Según la Historia de la Iglesia, Tertuliano (155-220), fue el primer apologista que comentó el Padrenuestro y habló de que resume el Evangelio. Santo Tomás de Aquino decía que “es la más perfecta de todas las oraciones”. Lo situamos en el centro del Sermón de la Montaña (Mt 5), según el Santo Padre. Para un mayor conocimiento, encontramos un excelente análisis en profundidad en el primer libro Jesús de Nazaret, de Benedicto XVI.

Tenemos dos versiones del Padrenuestro, una más corta, la lucana, y otra más larga, la de Mateo. Según los exégetas, Mateo compuso una catequesis sobre el Padrenuestro semejante a la lucana pero dirigida a un público distinto. Ambos evangelistas tuvieron muy presentes a sus comunidades. Lucas escribe a una comunidad que necesita aprender a orar. Mateo escribe a una comunidad que sabe orar, pero necesita hacerlo de otra manera (Comentario al Nuevo Testamento, Casa de la Biblia). En la comunidad de Mateo, muchos judíos habían aprendido a orar tres veces al día, según es tradicional en el Antiguo Testamento (AT).

La tradición litúrgica de la Iglesia siempre ha usado el texto de San Mateo (Catecismo). Pero, además, Cristo, en vísperas de su muerte, dice que hay que orar como Él enseñó, por la unidad de la Iglesia: “Que todos sean uno” (Jn 17,21).

Breve desglose

Veamos ahora un breve desglose de lo que nos dice el Padrenuestro, según el comentario de la Casa de la Biblia.

1) Padrenuestro.  Jesús enseña a dirigirse a Dios con la misma confianza y cercanía con que él lo hacía.

2) Que estás en los cielos. Este Dios cercano a quien hablamos es el Dios Todopoderoso.

3) Santificado sea tu nombre. Es la motivación profunda de la oración. Jesús invita a situarse en la santidad de Dios.

4) Venga tu reino. El centro y deseo de todo corazón orante. Tema central de la predicación de Jesús.

5) Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Se trata de desear la venida del Reino de Dios.

6) Danos hoy el pan que necesitamos. Se pide lo necesario para vivir, pero esta libertad se pierde cuando lo que queremos es acumular riquezas (Mt 6,25.34).

7) Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Los discípulos de Jesús también han sido infieles y necesitan el perdón de Dios.

8) No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Caer en la tentación es abandonar a Jesús. Orar es verse libre de ella (Mt 26,41).

Mateo insiste en la necesidad del perdón mutuo. Según los exégetas, es tema central de su evangelio. Pero, de este tema ya hablamos en un artículo anterior.

El Santo Padre señala que el Padrenuestro consta de una invocación inicial y siete peticiones. Tres “se articulan en torno al Tú” y cuatro en torno al “Nosotros”. Las primeras se refieren a la causa misma de Dios en la Tierra; las cuatro siguientes tratan de nuestras esperanzas, necesidades y dificultades”.

En resumen, el Padrenuestro contiene los cuatro elementos clave de la Teología Cristiana: revelación, alianza, respuesta en la fe y esperanza escatológica. Para una aproximación sencilla y rápida recomiendo la lectura del Catecismo y del primer libro Jesús de Nazaret de Ratzinger.

El Padrenuestro se puede rezar en cualquier momento del día y situación pero como las demás oraciones es conveniente orar con tranquilidad, despacio, con una mínima comprensión del mensaje que quiso dejarnos Jesús. No como una rutina, sino con una profundidad que llegue a nuestro corazón y nuestra conciencia.

*Periodista. Estudiante de Ciencias Religiosas.