Por Francisco Castro*
Francisco Castro. |
“Ardor, método y expresión”, así caracteriza el beato Juan Pablo II la Nueva Evangelización. El Santo Padre lanzó al mundo esta expresión, este reto en Europa y en América Latina y la ha retomado con la fuerza del Espíritu Santo el Papa Benedicto XVI, ante la creciente secularización y ante un mundo que quiere serlo sin Dios.
Pero, ¿qué significa Nueva Evangelización?, se preguntan creyentes y no creyentes. Se lo preguntan en nuestro entorno, pero también esta cuestión la he leído en algunas publicaciones, en artículos y foros de lectores. Me tomo la licencia de extraer unas notas de la Lineamenta de Nueva Evangelización de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos: “Nueva evangelización no significa un nuevo Evangelio, porque Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb 13,8). Nueva Evangelización quiere decir una respuesta adecuada a los signos de los tiempos, a las necesidades de los hombres y de los pueblos de hoy, a los nuevos escenarios que diseñan la cultura a través de la cual mostramos nuestras identidades y buscamos el sentido de nuestra existencia”. La Lineamenta la edita la BAC y la pueden encontrar en las Librerías Diocesanas.
Por tanto, Nueva Evangelización es la búsqueda y el desarrollo de la manera más apropiada de anunciar el Evangelio, en nuestras iglesias locales, en nuestros ambientes, y la búsqueda también a ese hombre nuevo de hoy, siempre a la luz del Espíritu Santo.
No hay, por tanto, nuevas Sagradas Escrituras, ni nuevo Magisterio eclesiástico, lo nuevo son los signos de los tiempos, las necesidades de los hombres, que requieren una respuesta material para tener una vida digna, pero también espiritual, pues sin ella, sin Cristo, es un hombre sin rumbo, un hombre sin horizonte. Hay una necesidad perentoria de proponer la catequesis cristológica y del anuncio, sin miedo, con ese “ardor, método y expresión”, de su unión hipostática respecto a un creer y esperar en Dios.
Hay una necesidad de reforzar los sentimientos que llevan a la fe, pero también de buscar el rebaño perdido en tierras de misión y de un primer anuncio a quienes aún no conocen la sabiduría de Cristo y el amor del Espíritu Santo.
Pablo VI consideró estos desafíos y puso a la Iglesia “frente a la urgencia de encontrar nuevos caminos para proponer la fe cristiana (Evangelii nuntiandi).
Aprovecho la ocasión para anunciarles la publicación de la carta apostólica del Santo Padre Benedicto XVI, Porta Fidei, sobre el año de la fe, que se iniciará el 11 de octubre de 2012 y concluirá el 24 de noviembre de 2013.
*Periodista. Estudiante de Ciencias Religiosas.