lunes, 28 de noviembre de 2011

La XXVI Semana de Teología en resumen de Antonio Morales y fotografías de Esteban González


El sacerdote y vicario de esta diócesis, Antonio Pérez Morales, ha recogido en el blog de la Diócesis Nivariense, http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/, las crónicas diarias de las diferentes intervenciones de los ponentes que pasaron por la XXVI Semana de Teología, aquí les ofrecemos una selección de ellas. Igualmente, Esteban González Mendoza, fotógrafo y gráfico periodístico, que colabora con el Departamento de Comunicación del ISTIC, ha realizado una selección de imágenes sobre lo que fue esta edición de la Semana de Teología, que expone en su blog http://imaxfotocanarias.wordpress.com/2011/11/26/1806/

Blog de Esteban González donde muestra la imágenes de esta semana.
Si quieren seguir tanto las excelentes crónicas de Antonio Morales, así como las atrayentes imágenes de Esteban González, les invitamos a seguirlas en sus blogs. Nosotros aquí en el blog de información y noticias del ISTIC, les mostramos una breve reseña. Aprovechamos el espacio para agradecer a ambos, en nombre del Departamento de Comunicación del ISTIC, y la dirección de este centro, el buen trabajo realizado por ambos.

LA MISIÓN ENTRE LOS JÓVENES. CAMINOS PARA LA ESPERANZA

Este miércoles acogió la Semana Teológica la última ponencia de Roberto Calvo centrada en la misión de los jóvenes. Toda la Iglesia – comenzó diciendo el ponente- tiene que ser “autotestimonio” para que los jóvenes quieran participar de su vida y misión. Esto tiene que darse en todo lo que la Iglesia hace y en todos sus miembros para que sea, de este modo, interpelante.

En este sentido Calvo expuso cuatro’ testimonios’ por los que la Iglesia puede resultar atractiva, a saber:

1.- Saberse situar en una sociedad plural y laica. La Iglesia es sacramento universal de Salvación, por lo tanto, tiene que ser signo en una sociedad laica, plural y diversa. En este sentido habló del comunicar comprensible y significativamente.
2.- Ir formando y favoreciendo unas comunidades de rostros conocidos. De piedras vivas, de templos de Dios. Habló de dos iconos: el peregrino, aquel que se acerca y aleja. El cambio el convertido es aquel que ha hecho una opción por Jesús. Esto es lo que hay que proponer. Es preciso acoger para que los jóvenes sientan una pertenencia real a la comunidad, protagonistas con derechos y deberes. Todo ha de apuntar a la corresponsabilidad y sinodalidad.
3.- Presentar una alabanza con el sabor de la vida. Toda la liturgia, la vida celebrativa de la Iglesia ha de ser celebración pascual y conducir – defendió - del altar del mundo al altar del pobre. Alabanza que lleve una espiritualidad evangélica, atenta a los acontecimientos humanas, eclesial, abierta a la experiencia de Dios. En este sentido la oración es bueno que nos conduzca a lo que denominó ‘el taller del deseo’. Se precisa, por tanto, una alfabetización en las claves del Dios cristiano, pues todos somos místicos en potencia.
Y 4.- Conjugar la pastoral de jóvenes con la pastoral en general, con nuevos animadores juveniles a la altura de los jóvenes y de este tiempo. Puesto que los jóvenes son ámbito de misión, algunos impulsados por el Espíritu deben llevar adelante este proceso como profetas y mártires. Así los jóvenes han de ser evangelizadores en su ambiente y más allá del mismo.

La disertación finalizó con la exposición del ponente de su sueño: Dar bendiciones, bendiciones a Dios, bendiciones a tantos jóvenes y bendiciones para cuantos trabajan con ellos.


LA PALABRA SE HIZO MEDIA

Así tituló su primera ponencia de la Semana Teológica, Francisco Javier Marrero Valiente, Salesiano, Licenciado en Ciencias de la Comunicación y en Ciencias eclesiásticas. El centro de sus intervenciones está siendo la cuestión comunicativa a la que dedica buena parte su ministerio desde la televisión, el gabinete de comunicación de los salesianos o animando la tarea de educadores en el mundo de la evangelización como comunicación.

La disertación continuó exponiendo algunos rasgos de la llamada sociedad de la información que crea opinión, marca agencia, establece espirales de silencio, en la cual proliferan potentes canales y medios, etc. en definitiva se está desarrollando cada vez más el continente digital.

Un aspecto central de esta cultura audiovisual es que los medios seducen, donde importan mucho las emociones, los sentimientos, el espectáculo, la dramatización. Contando con ello, hay que cuidar que todo en la Iglesia esté al servicio del mensaje, porque nosotros también reaccionamos ante los mensajes, en una sociedad que da poco espacio a los matices, donde hay que divertir, donde vamos interpretando la realidad desde los medios. Todo ello tiene el riesgo de la manipulación, la creación de otra realidad, la mediada.

Otros aspectos desarrollados por Marrero Valiente fueron la cultura audiovisual, los nuevos medios como nuevas formas de comunicación, los cuales hacen que cambien aspectos importantes de la sociedad; el continente digital que produce transformaciones tecnológicas, estructurales (globalización, multimedia, homogenización cultural, aumento del individualismo, sobreabundancia de información, etc.) que hace que cambie la cultura. Estamos en un cambio de época, no una transformación cualquiera y que se ha venido a llamar la cultura digital con sus interactividad, pluralidad, descentralización, hipertextualidad y multimedialidad.

Todo este repaso histórico, dijo el ponente, precisa un mayor sentido crítico, una mayor atención.

Comenzó Marrero haciendo un repaso a cómo ha sido la relación de la Iglesia con la comunicación, desde la constatación de que “no se puede no comunicar. Todo comunica”. Comunicación, defendió, es el encuentro interpersonal, el intercambio de información y contenidos, la transmisión de valores, el uso de instrumentos. La comunidad cristiana tiene pasión por la comunicación para cumplir el mandato de evangelizar, el ID de Jesús.

Así se fueron usando siempre los medios al alcance de la comunidad que siempre ha estado indicó, en ‘medio de los medios’: Escritura (papiro, rollo, códex) la narración, el arte, los catecismos, etc. Pero poco a poco la Iglesia fue teniendo una relación más difícil con los medios, a pesar de las llamadas del magisterio en relación a los medios de comunicación, las tecnologías de la comunicación, sobre todo, en relación a su influencia en la formación de las personas. La comunicación, recuerda el propio magisterio, es la nueva frontera en la misión de la Iglesia. Es preciso integrar el mensaje en la nueva cultura.

La disertación continuó exponiendo algunos rasgos de la llamada sociedad de la información que crea opinión, marca agencia, establece espirales de silencio, en la cual proliferan potentes canales y medios, etc. en definitva se está desarrollando cada vez más el continente digital.



"Y CADA UNO LOS OÍA HABLAR EN SU PROPIA LENGUA"

¿Cómo comunica Dios? Con esta pregunta comenzaba Francisco Valiente la ponencia del jueves dentro de la Semana de Teología que se desarrolla en el ISTIC. Nuestro Dios, sostuvo el ponente, es el Dios del diálogo. Un coloquio con momentos positivos e instantes de ruptura que se han podido ir reconstruyendo. En esta comunicación de Dios, como en otras, se da la dialéctica de comunicación y ocultación, no es aquí plena sino que tendrá un cumplimiento en la comunión del ver cara a cara del más allá. Aun así comunicación de Dios es interpersonal que en Cristo se convierte en comunicación perfecta porque Él se ha revelado como perfecto comunicador.

En su comunicación Jesús posee una gran carga expresiva, cordialidad, va del menos al más, entra en diálogo, es personalizada, se centra en la Verdad. Jesús habla en parábolas, suscita preguntas, enseña, indica más allá.

Siguiendo este modelo divino, el conferenciante invitó a reflexionar sobre el modo y la cualidad de nuestra comunicación. En este sentido propuso cuatro elementos para hacer más eficazmente el mensaje a través de una pluralidad de lenguajes: emisor (que ha de generar credibilidad no basarse en el mero poder o la atracción) receptor ( ha de conocer quién es, sus vivencias, cultura, para diversificar los mensajes, concretar los lenguajes según el destinatario, y trate de evitar la disonancia cognitiva), el contexto (evitar los llamados ruidos) y el mensaje (que sean breves comprensibles). Es por ello muy importante captar la atención del destinatario, hacerse comprensible, que se recuerde, que invite a la acción, que trate de hacer posible un cambio de actitud,etc.

La última parte de la disertación de Francisco Valiente se centró en la utilización de todos los registros de la comunicación, porque todo comunica, teniendo en cuenta que el lenguaje no verbal es el que comunica de modo más potente, la necesidad de educar en el silencio, emplear la vía de la belleza, recuperar la memoria artística..., situando todo en un plan pastoral.


LES HABLABA EN PARÁBOLAS

La jornada del jueves de la Semana de Teología finalizaba con una conferencia sobre las parábolas, como uno de los lenguajes empleados preferentemente por Jesús. La disertación del profesor partió de este modo de comunicar de Jesús para referirse a la integración del mensaje cristiano en la actual cultura digital.

En el llamado sexto continente habitado, el de la cultura digital, nueva frontera de la evangelización, - sostuvo- donde la Iglesia ha de saber presentar a Jesús. Esta cultura digital, expuso el ponente Francisco Valiente, es un mundo que habitan especialmente los jóvenes. Se trata, dijo, de una realidad que redefine dónde estamos, cómo estamos, cómo nos relacionamos….en cierta forma, está cambiando el modelo de persona.

En este sentido, el conferenciante habló de la 2.0, de la tecnología digital, de los llamados interfaces multisensoriales. Poco a poco - defendió- la persona aparece como el portal de la información. Cualquiera de nosotros somos los protagonistas; somos el portal de información. “El mando eres tú”. Por ello se preguntó Valiente: ¿Qué está consiguiendo esta tecnología? Que todos estemos conectados en todo momento- respondió. Y entonces nos preguntamos – prosiguió- ¿dónde estoy? Pues la información real y virtual se mezcla, cambia la idea de tiempo y espacio, aparecen nuevos lugares, nuevos patios (ciberespacio, redes sociales, videojuegos)

La cuestión pastoral que todo ello plantea es, por consiguiente, ¿estamos presentes en este mundo? Esta tecnología, con estas características, nos va moldeando, va masajeando nuestro cerebro, nuestra forma de ser. Así, dijo, si me acostumbre a la interactividad quiera ser interactivo.

Por tanto, se dan unos cambios, dijo Valiente, en: un cerebro en evolución, en los modelos de comunicación, en los accesos a la comunicación, en la sociabilidad. ¿Qué retos plantea todo ello para la misión de la Iglesia?: El ponente citó tres:
-La pérdida de la interioridad
-Encuentros superficiales
-Sustituir la verdad por la opinión

Tres retos importantes, finalizó, que en la educación tenemos que tener en cuenta porque con la gente con la que estamos compartiendo nuestra vida están en este mundo.

TEXTO ELABORADOS POR ANTONIO PÉREZ MORALES Y FOTOGRAFÍAS DE ESTEBAN GONZÁLEZ