martes, 7 de febrero de 2012

El ISTIC dedica en DIARIO DE AVISOS un reportaje a los "100 años del Asilo de Ancianos"


Imagen de las Hermanitas y algunas ancianas residentes. FOTO: Esteban Glez.

El DIARIO DE AVISOS en su edición de hoy martes publica en contraportada un reportaje sobre los "100 años del Asilo de Ancianos" de Santa Cruz de Tenerife y la importante labor de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, labor que infiere directamente en la calidad de vida de los mayores que allí residen. Este reportaje se ha realizado con la documentación y la fuente obtenida por el ISTIC, dentro de los trabajos sobre la persona y la familia que está publicando en dicho medio.

La esperanza también ilumina en momentos donde todo parece que ha de estar presidido por titulares negativos. Eso es lo que ha ocurrido estos días en los que se cumplieron los primeros 100 años del Hogar Nuestra Señora de Candelaria, de Santa Cruz de Tenerife, el Asilo de Ancianos, del que se ocupa la congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Nuestros mayores están de enhorabuena porque cuentan con un hogar, en el que convivir y sentir el calor de la familia que le ofrecen las Hermanitas. El pasado sábado 28 de enero, en el Hogar Nuestra Señora de Candelaria, se celebró una Eucaristía, presidida por el Obispo Bernardo Álvarez, y otros actos, a los que también acudieron los familiares de los ancianos residentes, y entre los comentarios que muchos de ellos hacían, se coincidía en que “nuestros mayores aquí intercambian su día a día con el calor de una familia y las Hermanitas se acercan a ellos como parte de esa familia”. Esta congregación, pionera en el trato y cuidado a los mayores en esta Isla, ha sido una verdadera escuela para la geriatría y centros geriátricos. A lo largo de estos 100 años, han pasado por este Hogar más de 3.560 ancianos y 137 Hermanitas, de las cuales 50 de ellas han sido canarias.

La fundación del Hogar Nuestra Señora de Candelaria, de Santa Cruz de Tenerife, data del 13 de enero de 1912 y fue solicitada en aquel entonces por el Obispo de Tenerife, Nicolás Rey Redondo, la Madre General Sor María de Jornet e Ibars, y por el Gobernador de la provincia de Canarias, Antonio Eulate, como presidente de la Junta Provincial de Protección de la Mendicidad. Aunque provisionalmente la Casa-Asilo fue instalada en un edificio de la antigua Calle del General Gutiérrez, muy cerca del que ocupaba la Aduana, pronto fueron cedidos los nuevos terrenos por Inocencio Fernández del Castillo y su esposa, Catalina Álvarez, en ese mismo año, donde se ubica actualmente dicha Casa-Asilo, en las inmediaciones del Puente Zurita. Y para su fundación bajaron cuatro Hermanitas del Hogar del Santísimo Cristo de La Laguna, Casa-Asilo que poseía ya esta congregación en la ciudad de Aguere desde 1897.

Hoy, esta misma Congregación se halla extendida por las siguientes naciones: el resto de España, Portugal, Italia, Alemania, Argentina, Chile, Brasil, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Guatemala, Ecuador, Puerto Rico, Santo Domingo, Cuba, México, Mozambique y Filipinas; con 220 casas, 3.442 hermanitas y más de 45.000 ancianos. Increíblemente, la vocación de su fundadora, Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, sigue viva: dar vida a los mayores.