martes, 7 de febrero de 2012

DESDE LA PALABRA: El bien común y la protección individual y familiar


*Francisco Castro

La Revolución Industrial del siglo XIX produjo profundos cambios en las sociedades europeas. Avances técnicos, generación industrial; incremento de las poblaciones como consecuencia del abandono de las actividades agrícolas. Se adoptó un sistema económico expansivo pero a la vez de una manera incontrolada, sobre todo para los trabajadores. Hubo trabajo, pero también mucha pobreza. Este sistema generó riquezas para un sector, pero también mano de obra barata. El proletariado vivía en condiciones pésimas, explotado, desprotegido e incluso en situaciones infrahumanas. Parece que podemos encontrar ciertas similitudes con nuestra época actual.

La Iglesia analizó la situación, y el papa León XIII publicó su encíclica “Rerum Novarum” (1891) en protección de los derechos de los trabajadores y en contra de sistemas que menoscababan la dignidad del ser humano. Cientos de ciudadanos desprotegidos se acercaron a la Iglesia en busca de consuelo. La carta de la Sede de Pedro inspiró la Doctrina Social de la Iglesia que, como entonces, cobra una vigencia radical. Desde aquellas fechas, el Magisterio y la Tradición han madurado la Palabra revelada y hoy contamos con un libro, el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”, que sirve de guía sobre la actualidad social y cultural, la naturaleza humana y las condiciones políticas en las que el hombre se desarrolla hoy. Este libro está a la venta en el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC) y en las Librerías Diocesanas.

Este volumen es referencia necesaria para los estudiantes del ISTIC y para quienes tienen la necesidad de obtener una información precisa, desde la base del cristianismo católico dogmático y científico. El libro se compone de tres partes: en la primera se habla de quién es la persona humana; la misión de la Iglesia y la Doctrina Social. La segunda parte contiene toda una referencia sobre la familia, el trabajo, la vida económica, la comunidad política, la comunidad internacional, el medio ambiente y la salvaguarda de la paz. Por último, la tercera parte, habla de la acción de la Iglesia y el concepto de ir hacia una civilización del amor. Jesús dice a Pedro: “Apacienta a mis corderos” (Jn 21, 15).

¿Cuáles son los principios del bien común?
a) Solidaridad. Trabajar por el bien común el prójimo.
b) Subsidiaridad. El Estado y la sociedad favorecen el desarrollo de grupos sociales y liberales.
c) Participación. Vida socioeconómica, política y cultural, destinada al bien de la persona humana.
d) Destino universal de los bienes. Los bienes deben llegar a todos con justicia.

Hoy, como en el siglo XIX, muchas personas y familias vuelven a acercarse a la Iglesia en busca de consuelo, compañía e información. (Porque este hijo mío… “se había perdido y ha sido hallado”. Ver Parábola del hijo pródigo en Lc, 15-24).

Aunque la Iglesia no es una ONG, tiene entre sus misiones acciones destinadas a pedir a los gobiernos la consecución del bien común, los derechos de las personas y su dignidad humana. Otra cosa diferente es que haya ONG´s, que han surgido de la Iglesia, como Cáritas o Manos Unidas, cuya labor tiene un incalculable valor. La Iglesia es cuerpo terrenal y místico de Cristo, que representa la sabiduría y es base para la inspiración de la Iglesia que ayudar al prójimo, como Él lo hizo.

Y, ¿cuáles son los derechos de la persona? Grosso modo serían la existencia de un nivel de vida digno; buena reputación, consecución de la verdad y acceso a la cultura; disponibilidad de medios económicos; derecho a la propiedad privada; protección de la familia; derecho a reunión; derechos al acceso a la vivienda y a la seguridad jurídica. Pero los ciudadanos también tienen sus deberes, como el respeto a los derechos ajenos, colaboración con el prójimo o responsabilidad en todos los niveles.

Precisamente, hay que destacar los servicios con que cuenta la Diócesis Nivariense y el ISTIC, como la Pastoral Familiar y Seglar; el Centro de Orientación Familiar (COF) o bien el Observatorio Canario de la Familia, compuesto por la Universidad de La Laguna, la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (FEPECO) y el Instituto Nivariense de Ciencias de la Familia, que depende del ISTIC.

Me gustaría terminar con una cita de Pablo (apóstol de Cristo, por revelación en Gal 1, 11-12).

“Pero él me dijo: Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza. Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte” (2 Cor 12,9).

*Periodista. Estudiante en Tesina de Ciencias Religiosas.