Domingo Marrero, en el reportaje sobre la Cárcel y la Navidad. FOTO: Esteban Glez. |
El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, ha proyectado, a través de su Departamento de Comunicación, una página dedicada al entorno cristiano y la celebración de la Navidad, que el periódico DIARIO DE AVISOS está publicando los martes en su contraportada dentro de "Nuestra Gente". Concretamente, este martes dicha sección esboza lo que significan estas fechas vividas en el interior de la cárcel, Tenerife II, y lo hace con las vivencias recogidas por medio de uno de los responsables de la Pastoral Penitenciaria en este centro, el sacerdote Domingo Marrero. Les ofrecemos a continuación dicho reportaje.
Días de Navidad en el espacio de la cárcel
Domingo Marrero, responsable de la Pastoral Penitenciaria: “son momentos de nostalgia y dolor sin la familia”
Estos días de cercanía, de estar entre los tuyos, en algunos espacios conlleva cierto halo de nostalgia, de dolor, de recuerdos. La Diócesis Nivariense cuenta con una delegación de Pastoral Penitenciaria, que en la Cárcel Provincial Tenerife II está conformada por los sacerdotes Domingo Marrero y Asterio Cabrera, así como la religiosa Oblata, María Encarnación Gorostiza. Ellos aportan algo muy difícil que es dar calor humano y compañía a quienes en estos momentos tan señalados de Navidad se sienten aún más lejos de los suyos.
Si ya la Navidad en cualquier entorno familiar o social es un momento especial, de querer sentirte junto a alguien, junto a los tuyos, “imagínate lo que pueden significar estas fechas en un espacio como la cárcel, donde te hayas en tu microcosmos apartado de la sociedad”, comenta Domingo Marrero. Ciertamente, en eso consiste la labor estos días de la Pastoral Penitenciaria y de otras organizaciones voluntarias que trabajan en torno a los habitantes de Tenerife II. “Nosotros somos los padres de la prisión. Los hermanos islámicos o de otras confesiones te llaman padre y te ven como la persona que está para asistirlos espiritualmente y desde el acompañamiento a ellos. Nos sentimos amigos y compañeros de todos, somos sensibles a ellos y no hacemos discriminación de ningún tipo. Aquí te sientes válido, y quieres construir dentro de la cárcel también el reino de Dios”, asegura.
“Se convierte la cárcel estos días aún más en una gran familia. La comunicación se aumenta, y las familias acuden. Las comidas son especiales y se crea un ambiente navideño. Se consuelan unos a otros, se ayudan, pero somos personas y a veces caen en el dolor, pero siguen intentando salir adelante”, explica Marrero. “Por mucho que se hable de la Navidad, no hay que olvidar el dolor que se genera al estar dentro de la cárcel”. De esta forma, este sacerdote responsable de la Pastoral Penitenciaria recuerda que no pocas veces son las que un preso “ni siquiera recibe una felicitación, o un regalo”. Por eso han creado campañas, en apoyo con otras entidades, donde reúnen postales de Navidad y regalos para entregar a los presos. “Es duro no recibir en estas fechas ni siquiera una muestra de afecto y en esos momentos es donde nosotros queremos estar especialmente con ellos”, dice. El 24 de diciembre, en la tarde de Nochebuena, el Obispo Bernardo Álvarez, preside la Eucaristía a la que “acuden hombres y mujeres juntos, algo poco habitual”. Y con la venida de Jesús, les llega una luz de esperanza.