*Francisco
Castro
Francisco Castro. FOTO: Esteban Glez. |
Las mujeres han sido liberadas. Después de 2012 años
“volvemos a dar la noticia”. Sí, hace 2012 años que la mujer fue liberada de la
esclavitud, de la opresión y la sumisión. Y, no fue igualada al hombre, ni
mucho menos, pero mucho más que eso, se le reconoció su singularidad como
persona humana.
Fue Cristo quien liberó a la mujer, ante los
atónitos ojos de paganos, fariseos, saduceos…; ante la comunidad judía y del
momento y sus prejuicios. A partir de Cristo, y sólo a partir de Cristo, la
mujer es mujer en su realización; interviene en la sociedad y tiene, además, la
potestad de enseñar el ejemplo de Jesús. Si bien Jesús eligió a Doce, y lo hizo
así para cumplir las Escrituras respecto a las doce tribus de Israel, estuvo
rodeado de mujeres que ejercieron el apostolado.
Guillermina Casanova Báez, doctora en Historia del
Arte en la Universidad de La Laguna, y Licenciada en Ciencias Religiosas por la
Universidad Pontificia Comillas, ofreció una conferencia en las Casas
Capitulares de La Laguna, con el título de “La mujer en la Biblia”. El acto
estuvo motivado por la publicación de su libro “La mujer en los Evangelios
Canónicos y en los Hechos de los Apóstoles”.
Guillermina Casanova Báez hace un recorrido por las
Sagradas Escrituras y, antes de analizar el Nuevo Testamento, profundiza en lo
que dice el Antiguo Testamento sobre la mujer. Cobran actualidad los textos
sagrados respecto a la mujer en la
historia, como esposa, frente a la comunidad y a sus deberes, y respecto a su
liberación a partir de la aparición pública de Jesús.
La profesora da en su libro las “claves” que
cambiaron el rumbo de la mujer en la sociedad. Algunos rasgos del estado de la mujer
fueron destacados en la conferencia, y la posterior contribución del
Cristianismo a su desarrollo como persona, en igual dignidad al hombre.
Guillermina Casanova Báez señala en su libro que “no
existe dificultad para poder reconocer como discípulas a las mujeres que
acompañaron a Jesús muy cerca”, y agrega que “al permitir que un grupo de
mujeres le acompañasen junto a sus apóstoles y discípulos, Jesús da a conocer
su postura frente a las mujeres”. También indica que Jesús trataba a las
mujeres “como seres humanos, sin establecer jerarquía entre hombres y mujeres”.
En la actualidad, la mujer participa de forma activa
en la Iglesia. Puede recibir cargos de gran importancia, así como ministerios
laicales. No obstante, lo fundamental en cada creyente no es tanto poder
intervenir en los asuntos eclesiales, sino vivir a imagen de Cristo. Hacer,
mediante Cristo y su Palabra, una forma de vida.
El libro de Guillermina Casanova Báez lo ha editado
el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC), sede de
Tenerife, dentro de la “Colección Diálogo Fe-Cultura”, y se vende en este
centro, así como en las Librerías Diocesanas y en otros puntos de venta.
Se trata de un libro de actualidad, para creyentes y
no creyentes. Y, si el libro es de actualidad es porque su contenido lo es; y
si su contenido lo es, es porque la Biblia cobra actualidad permanente, como
ocurre también con el Magisterio de la Iglesia. La profesora Guillermina
Casanova dice en la conclusión del libro que la Iglesia “defiende la igualdad
no sólo de derecho, sino real, con los hombres; la mujer posee un estatuto
especial de dignidad”, con lo que “ella forma parte de la estructura viviente y
activa del Cristianismo de modo tan relevante que quizá no se han sacado aún
todas sus virtualidades”.
Y agrega que “la Iglesia defiende la liberación y
promoción auténtica de la mujer, está a favor de la superación de las
discriminaciones contrarias al designio de Dios y en primer lugar de las
fundadas sobre discriminación sexual”.
*Periodista