La
Conferencia Episcopal Española desarrolla una nueva campaña de la declaración
de la renta, con la finalidad de que se marque la X en la casilla correspondiente
para la ayuda económica a esta institución. La campaña utiliza la misma marca
que en años anteriores, es decir, “XTANTOS”, y en esta edición bajo el lema
“Ayudas a la Iglesia, ganamos todos”.
La
campaña está dirigida principalmente a creyentes, pero también a no creyentes
que sí creen en la necesidad de la labor educativa y caritativa de la Iglesia
Católica. Los contribuyentes saben ya que pueden marcar las dos casillas, es
decir, la destinada a la Iglesia y la de otras instituciones sociales.
El
0,7% de los impuestos va al desarrollo de los diferentes servicios
eclesiásticos, cuyos datos los pueden encontrar tanto en la web de la
Conferencia Episcopal Española como en www.portantos.es.
Por
un lado, la Iglesia contribuye al desarrollo cultural y educativo de la
sociedad, así como al crecimiento integral de cada persona. Lo hace mediante
múltiples proyectos y centros educativos. Pero, al mismo tiempo, mantiene su
compromiso con personas que viven situaciones de extrema dificultad. La Iglesia
Católica promueve actividades sociales y a la vez sus misioneros, ya en el
plano teológico, predican el Evangelio de Jesucristo, que es ejemplo y
referente para millones de personas y comunidades en todo el mundo.
Hay
que tener en cuenta que cada año se registra mayor número de personas que
marcan la X a favor de la Iglesia. En la última declaración de la renta de
2011, correspondiente al IRPF de 2010, el número de contribuyentes se
incrementó en 194.685. El número total de declaraciones fue de 7.454.823.
Desde
el ejercicio de 2008, el sostenimiento de la Iglesia depende exclusivamente de
los cristianos católicos y de quienes reconocen la labor de esta institución.
El gesto de marcar la X no supone mayor pago ni menor devolución, supone
apostar por la ayuda, el crecimiento, la colaboración de toda la sociedad,
desde la Evangelización hasta las acciones caritativas.
La
Evangelización no es un hecho meramente teológico o religioso; también
contribuye al engrandecimiento de la sociedad, si queremos verlo desde este
punto de vista. Podemos citar numerosos ejemplos de personas en graves
dificultades que han podido salir adelante gracias a sus conversiones.
Tampoco
hay que desvirtuar la finalidad de la Iglesia que es, principalmente, la
prolongación de la imagen y la labor de Cristo. Es decir, la Iglesia no es una
ONG, por utilizar términos actuales, pero contribuye a la resolución de los
problemas de cada persona humana, precisamente, por su origen y su principio,
es decir, la persona de Cristo, que anunció la salvación del hombre a través de
la Iglesia.
La
Iglesia representa, por tanto, caridad y justicia, y reclama a los poderes
públicos que atiendan las necesidades básicas de cada población.
Hoy
más que nunca la sociedad necesita la acción de la Iglesia Católica, que acoge
a mujeres y hombres, a familias en dificultades y fomenta el crecimiento
espiritual para que cada persona alumbre su vida con el optimismo, y encuentre
su hueco de felicidad, aunque esté pasando dificultades.
*Periodista