La crisis está siendo el
motivo de reflexión en el XXI Congreso Internacional Diálogo Fe-Cultura,
coorganizado por la ULL y el Instituto Superior de Teología de las Islas
Canarias, ISTIC. Este macro evento que está teniendo lugar en el Seminario
Diocesano de La Laguna desarrolla diariamente una mesa de debate, concretamente
mañana miércoles estará dedicada a “La crisis en sus soluciones”, en la que
actuará como moderador el periodista y director
de Contenidos de Cadena Cope Tenerife, José Carlos Marrero, quien tiene
claro que “la madre de todas las crisis es la crisis de valores”.
José Carlos Marrero recuerda
que “los dos
elementos o pilares básicos para salir de esta crisis son la familia y la
educación, en mayúsculas. Y en el ámbito de la educación, no sólo en lo que
respecta al conocimiento intelectual sino, sobre todo, en la formación en
valores. Quizás la madre de todas las crisis sea, precisamente, la crisis en
valores”, destaca.
Este periodista tinerfeño mira con rostro positivo la
crisis y se sabe convencido de que “más pronto que tarde, encontraremos esa
salida que todos estamos deseando y buscando, aunque creo que, en muchos casos,
está faltándonos el histórico empuje de los canarios para crecernos en la
adversidad con imaginación, ilusión y entusiasmo, convencidos con fe en que
esta situación la vamos a superar y que un mejor futuro llegará y será también
nuestro. Nuestros mayores recuerdan otros tiempos de penuria en los que incluso
hubo que emigrar y luchar lejos de nuestra tierra trabajando mucho”, añade. “Creo
que, en este caso, tenemos posibilidades, incluso dentro de nuestras propias
islas, si, con humildad, reconocemos todos que debemos formarnos mejor,
trabajar mucho más y tener fe en nosotros mismos, viendo a Canarias en positivo
y apostando por lo nuestro”.
Finalmente,
José Carlos Marrero con la coherencia periodística y cristiana que le
caracteriza ve en el ejemplo de Cristo un motivo para reflexionar en torno a la
salida de esta crisis. “Partiendo del bien común y con sentido común, y si como
cristianos tomamos el ejemplo de Cristo, simplemente, podemos asegurar que,
como Él, saldremos triunfantes de esta eventual tormenta perfecta. Viene como
anillo al dedo recordar una frase que repito mucho y que pronunció un día el
misionero franco alemán, Albert Schweitzer, que además era médico y cirujano.
Schweitzer dijo al recoger su Premio Nobel de la Paz en 1952, cuando tenía 77
años: ‘Los
años arrugan la piel... pero renunciar al entusiasmo,... arruga el alma’. Ahora
falta que todos nos entusiasmemos”, concluye.
NOTA: Reportaje publicado el pasado martes 24 en la contraportada de DIARIO DE AVISOS y firmado por Domingo J. Jorge, responsable de Comunicación del ISTIC