Fotografías: Esteban González |
El economista Miguel Becerra ahondó en que el problema
data en la confianza de los mercados y Antonio Quintana valoró “la ausencia de
ética
La tarde de este martes
en el XXI Congreso Internacional Diálogo Fe-Cultura, coorganizado por la ULL y
el ISTIC, se abrió con dos mesas de ponencias dedicadas a la crisis desde sus
raíces y causas. La primera mesa vespertina, “La crisis en sus raíces”, que
ofreció continuidad con la conferencia inaugural que ofreciera el lunes, el
eurodiputado Jaime Mayor Oreja, estuvo moderada por el profesor de Didáctica de
la Facultad de Educación de la ULL, Miguel Ángel García, y en ella participaron varios profesores de la ULL, Leopoldo José
Cabrera, Profesor de Sociología de Educación, así como Miguel Becerra,
Economista y miembro del Departamento de Análisis Económico; y Antonio Pérez
Quintana, de la Facultad de Filosofía.
Los tres ponentes
coincidieron en que la crisis ha calado hondo en la familia, que no cree
ciertamente en una salida de esta crisis: “no ve una posibilidad de salida y
eso es una generalidad dentro de la mayoría de las estadísticas”, recordaba
Leopoldo José Cabrera. Por su parte, Miguel Becerra durante su intervención
aseguró desde su análisis que uno de los mayores de nuestro sistema económico
es “el haber construido nuestra economía sobre un sistema basado en la
confianza, que ha terminado por quebrar y que ahora la solución no se basa en
recortes o en salir del euro, sino en acercarnos a los mercados financieros,
acercarnos a la prestación de los mercados”. Y finalmente Antonio Pérez
Quintana definió esta crisis “como la consecuencia de la falta de ética en la
que la persona ha caído, y con ella los estados, y gobiernos”.
Miguel Becerra, economista. |
La conclusión final, al
acierto de la ULL y el ISTIC, al sentar a tres especialistas de ramas tan
dispares, pero a la vez interdisciplinares, como la sociología, economía y
filosofía, hizo que marcasen todas ellas un concepto común en sus conclusiones
finales: “la salida de la crisis pasa no sólo por la economía, sino primero por
un cambio de conceptualización en la persona, se pueden transformar las bases
económicas, pero si conjuntamente no se refuerzan los valores de la persona, no
habremos hecho nada”.
Finalmente, al cierre de
la tarde, se dio paso a la segunda mesa en torno a “La crisis en sus causas
inmediatas”, coordinada por el Catedrático en Periodismo, Ricardo Acirón, mesa
en la que participaron los profesores de la ULL, José Manuel González de la
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, José Manuel González, y el
también titular de Geografía Humana,
Jesús Hernández; a quienes acompañó igualmente el Profesor de Teología Moral
del ISTIC, Sede Gran Canaria, Cristóbal Déniz.
Lo importante es reconocer que nos necesitamos todos
Nuevamente
en esta tarde volvió a aflorar la convergencia entre la persona y el ámbito económico, la economía puede con la persona.
Se repitió en diversas ocasiones el análisis de que “el peor rostro de la
crisis son los cinco millones de parados”, que engrosan ya las listas de
desempleados en todo el territorio español.
Sin embargo, también entre los economistas, y especialistas de diversos ámbitos sentados en estas mesas se presentaron análisis de interés como la necesidad de “tener consciencia en estimular la confianza e interdependecia mutua y dejar la vanidad a un lado totalmente. En términos netos se ha estado viviendo por encima de las posibilidades de la familias, de los gobiernos, de la banca”, y desde la valoración de estos especialistas “lo importantes es reconocer que nos necesitamos todos”. Con estas palabras de aliento, de que “detrás de la catarsis económica hay luz”, finalizó la segunda sesión del XXI Congreso.
Imagen de la segunda mesa. |
Sin embargo, también entre los economistas, y especialistas de diversos ámbitos sentados en estas mesas se presentaron análisis de interés como la necesidad de “tener consciencia en estimular la confianza e interdependecia mutua y dejar la vanidad a un lado totalmente. En términos netos se ha estado viviendo por encima de las posibilidades de la familias, de los gobiernos, de la banca”, y desde la valoración de estos especialistas “lo importantes es reconocer que nos necesitamos todos”. Con estas palabras de aliento, de que “detrás de la catarsis económica hay luz”, finalizó la segunda sesión del XXI Congreso.
Información elaborada por Domingo J. Jorge, responsable de Comunicación del ISTIC