martes, 5 de julio de 2011

Onofre Díaz, el párroco de San Andrés y La Cuesta

En el barrio de San Andrés o en La Cuesta, aún recuerdan los años de párroco del padre Onofre Díaz Delgado (1925-2010). Un hombre, un sacerdote diocesano que también consagró su vida a la atención de los enfermos y los más necesitados en la labor que realizó durante muchos años en el Hospital San Juan de Dios, labor que le fue reconocida con la “Carta de Hermandad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios”, que recibió en 2002. Sin embargo la docencia también marcó un gran momento en su vida.

Don Onofre nació el 2 de mayo de 1925 en Santa Cruz de Tenerife. A los 16 años, ingresó en el Seminario Diocesano y fue ordenado en la Catedral de La Laguna por el obispo Domingo Pérez Cáceres, el 4 de mayo de 1952.Fue párroco de San Andrés en la capital tinerfeña y, posteriormente, de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz y la Unión, en barrio lagunero de La Cuesta, de la que terminó siendo párroco emérito. Sus 25 años en San Andrés marcaron un lugar imborrable en el barrio, donde colaboró con la fundación de su primera banda de música, “Amigos del Arte”. En este tiempo, también compagina su labor sacerdotal con la docencia en colegios como La Pureza, San Ildefonso, la antigua Escuela de Comercio o el Colegio Tinerfeño Balear. De aquellos años en San Andrés, son muchos los que no olvidan el apoyo que mostró siempre don Onofre interesándose por que todos tuvieran trabajo y cobijo. Tras concluir su labor en San Andrés, continúa su camino sacerdotal en la “Paz y la Unión” de La Cuesta donde estuvo casi 35 años ejerciendo como párroco y donde se mantuvo hasta su jubilación definitiva en 2006.

Sin embargo, su especial vinculación con el Hospital San Juan de Dios le valió recibir en 2002 la “Carta de Hermandad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios”. Su conexión con San Juan de Dios dio comienzo durante su estancia en San Andrés. Por aquellos años, se desplazaba al Hospital San Juan de Dios con los niños del barrio santacrucero que necesitasen cuidados y atenciones especiales para que allí le fuesen realizadas. Esta relación y colaboración continuó aún más cercana durante sus 35 años como párroco de “La Paz y la Unión”, por ser San Juan de Dios un centro que está dentro de la demarcación de esta iglesia. Don Onofre sigue en el recuerdo.