martes, 7 de mayo de 2013

Martín Gelabert, Dominico y Catedrático de Filosofía de la Facultad de Teología de Valencia "Los ismos son un desastre, corrompen algo muy serio y necesario, que es lo fundamental y lo íntegro"


Martín Gelabert, Dominico y Catedrático de Filosofía de la Facultad de Teología de Valencia

"Los ismos son un desastre, corrompen algo muy serio y necesario, que es lo fundamental y lo íntegro"


Los últimos días de abril han contado en La Laguna con la presencia de un enorme elenco de pensadores y científicos, vinculados al mundo de la filosofía, la teología, medicina, física, durante el desarrollo del XXII Congreso Internacional de Diálogo Fe-Cultura, organizado por la ULL y el ISTIC.  Martín Gelabert, dominico y catedrático en Filosofía de la Facultad de Teología de Valencia, fue uno de los ponentes durante estos días ante el tema de “Dios y la Ciencia”. Este religioso profundizó sobre la creación y la evolución, así como la necesidad de presentar una imagen de Dios coherente con la actual concepción del mundo. Gelabert se encuentra en una línea de la Iglesia en la que “se quiere evitar los radicalismos que no son buenos para nadie”, señaló a EL DÍA.

-¿En un siglo XXI lleno de terceras y cuartas dimensiones, se puede presentar la fe de una forma creíble?
-“Es una preocupación que a mí me afecta directamente. Tengo claro que hoy, siempre, hemos estado en la necesidad y obligación de presentar la Fe de una forma creíble. Uno de los grandes retos que hoy se plantean a la Fe cristiana es el de la ciencia. Sobre todo porque aún muchos de los estudios de antropología cuestionan aparentemente los relatos del Génesis. Esto ha sido siempre fuente de conflictos con la Iglesia, de la Iglesia con la ciencia, y viceversa. Así, no vamos a ninguna parte y desde dicho conflicto no hacemos creíble la Fe cristiana”.

-¿Por lo tanto interpela a la fe la Teoría de la Evolución?
-“Sí, sin duda. En un principio las teorías de Darwin cuestionaron los primeros capítulos del Génesis. Después de Darwin, ya no se puede decir que Dios creó el mundo en seis días, o que las especies surgieron tal cual hoy las conocemos. No se trata de una cosa opinable, sino de cómo en nuestros días se explican las cosas desde la ciencia. Se trata de un razonamiento admitido por toda la sociedad científica y toda la sociedad cultural, y también hoy la Iglesia acepta la evolución. En esto es evidente que ha habido un cambio. Las primeras posiciones de la Iglesia y la teología eran absolutamente contrarias. Hoy, la evolución es algo perfectamente aceptado por el magisterio de la Iglesia. Otra cosa sería determinadas consecuencias que de ahí se derivan, pero la evolución como tal no la discute nadie. Sólo la siguen poniendo en duda los integristas y fundamentalistas católicos y protestantes”.

-¿Existe fundamentalismo en la Iglesia católica?
-“Claramente, los hay en la Iglesia. El fundamentalismo es una palabra que viene del mundo protestante. En el mundo católico, la palabra es integrismo, y entre los musulmanes, islamismo. Los ismos son un desastre, corrompen algo muy serio y necesario, que es lo fundamental y lo íntegro. El fundamentalismo surgió en medios protestantes de Estados Unidos. Por ejemplo, todavía hoy estos medios norteamericanos fundamentalistas pretenden prohibir por ley la enseñanza de la Teoría de la Evolución en las escuelas. En España hay integrismo o fundamentalismo en otras cuestiones y esto hace daño a la Iglesia católica”.

-¿Si la Iglesia no se adapta a los tiempos, difícilmente los jóvenes se subirán al vagón del Pueblo de Dios?

-“La Iglesia necesita sintonizar con las nuevas generaciones. Para sintonizar con ellas hace falta mirarlas con simpatía. Es la única manera de que los jóvenes puedan escuchar el Evangelio de una forma cercana a ellos. Eso no quiere decir que la Iglesia se pueda vender al mundo. La Iglesia tiene su propia posición, doctrina y mensaje que ha de explicar íntegro y entero, sin embargo no ha de hacerlo desde posiciones duras o fundamentalistas, o sin aceptar las cosas buenas que posee el mundo moderno, ya lo decía el Concilio Vaticano II. Se trata de encontrar puentes y una vía de diálogo entre ambas partes. Esto no quiere decir que encontrando puentes la gente se vaya a convertir, pero sí es necesario encontrarlos para que se siga dando dicho diálogo”.

-¿Con el Papa Francisco este diálogo va a ser más sencillo?
-“No cabe duda de que este Papa ha despertado múltiples simpatías, pero también algunos recelos entre estas posturas integristas con las que contamos dentro de nuestra Iglesia. El nuevo Pontífice ha acogido una presencia más sencilla y cercana. A veces hemos confundido en la Iglesia que lo sagrado significa distante. No, lo sagrado es respetar a la persona, que es imagen de Dios y donde se refleja Dios. A las personas hay que mirarlas con simpatía. Este Papa nos ha entregado una gran esperanza y muchas simpatías, tan necesarias hoy para el Pueblo de Dios. Y para aquellos que nos miran con recelo”.  

FUENTE: EL DÍA, SÁBADO 6 DE MAYO 2013
FOTO: Esteban González