miércoles, 6 de marzo de 2013

Cónclave 2013: Última congregación de cardenales antes del Cónclave


La cuarta y última congregación de cardenales preparatoria del cónclave que elegirá al nuevo papa ha arrancado hoy en el Aula Nueva del Sínodo, del Vaticano, pocos minutos después de las 09.30 horas. A la reunión asisten 110 de los 115 cardenales electores, es decir, los que pueden entrar en la Capilla Sixtina para elegir al próximo papa, más los que llegaron en las últimas horas a Roma. A la congregación también asisten cardenales que superan los 80 años, que no pueden votar ni, por tanto, entrar en la Sixtina, aunque sí pueden ser elegidos papa.

Después de tres días de reuniones preparatorias, todas las miradas están puestas en la fecha en que se fijará el comienzo del cónclave.

Aunque el cardenal decano, Angelo Sodano, señalaba en la carta en la que convocaba a los purpurados al cónclave que éste será fijado cuando estén todos los electores, Lombardi indicó ayer que no es necesario que estén todos presentes, basta que aseguren que estarán en Roma en la fecha que se decida.

El hecho de que hoy, al igual que ayer, solo celebren una reunión demuestra, explicó Lombardi, que los cardenales desean profundizar sobre la situación de la Iglesia y no tienen prisa. A este respecto, el cardenal alemán Walter Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, ha declarado en una entrevista que publica hoy el diario italiano La Repubblica, que esta etapa previa al cónclave es «tiempo para profunda reflexión». «La situación es diferente al 2005, cuando fue elegido Joseph Ratzinger. Este cónclave hay que prepararlo con calma. Los cardenales casi no nos conocemos. No hay prisa». El purpurado alemán ha añadido que la curia vaticana tiene que ser reformada y que «más allá» del escándalo Vatileaks (publicación de documentos que desvelaron intrigas y enfrentamientos en el pequeño estado) esa reforma es «prioritaria», ya que «falta diálogo interno, los dicasterios (ministerios) no se hablan y no hay comunicación». El cardenal alemán y obispo de Maguncia, Karl Lehmann, ya advirtió también hace días que la elección del nuevo papa, tras la renuncia de Benedicto XVI, será larga.

Tras la congregación de hoy, que se prolongará durante la mañana, esta tarde los cardenales se reunirán en la basílica de San Pedro del Vaticano para rezar por la Iglesia, «en un momento tan importante». La cita en la basílica es a las 17.00 horas y durante la misma los cardenales rezaran el rosario, los misterios gloriosos, en latín e italiano, adorarán al Santísimo y celebrarán las vísperas. La ceremonia estará guiada por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la basílica de San Pedro.

El objetivo de estas congregaciones es tratar los asuntos de la Iglesia previos al cónclave y fijar su fecha de inicio. También sirven para que los cardenales se conozcan mejor, comenten la situación de la Iglesia y diseñen el perfil del próximo papa.

Además, desde el martes, la Capilla Sixtina permanece ya cerrada al público preparándose para acoger el cónclave. Se igualará el suelo -se cubrirá el original para que no se dañe- y se colocará la sillería y las mesas para los 115 cardenales. Por primera vez en un cónclave se utilizarán dos estufas, una para quemar las papeletas de las votaciones y otra de la que saldrá o bien el humo blanco, «la fumata blanca», que indicará al mundo que ya hay nuevo papa, o el humo negro, la «fumata negra», que anuncia que la Iglesia sigue sin pontífice.

Desde el Cónclave hasta el "Habemus papam"


Ciento quince cardenales elegirán al nuevo Pontífice.El proceso electoral se llevará a cabo dentro de los límites de la Capilla Sixtina. A este espacio se incorporan la Casa de Santa Marta, residencia vaticana de reciente creación, así como las capillas para las celebraciones litúrgicas, las áreas por donde deban desplazarse los cardenales para ir de un punto a otro e incluso los jardines vaticanos. Se mantiene en pie la prohibición de todo contacto con el mundo exterior y nadie no autorizado podrá acercarse a los cardenales o hablar con ellos mientras dure el cónclave. El nuevo papa será el 266 sucesor de San Pedro. 

Un cónclave es convocado en dos casos: cuando el Sumo Pontífice muere o cuando éste renuncia a su cargo. El nuevo papa deberá obtener la mayoría de dos tercios. Si ningún papa es elegido tras los tres primeros días de votación, se organizarán entonces tres ciclos de siete votaciones cada uno. Si tampoco se obtiene entonces resultado, se tomarán en cuenta los nombres de los dos cardenales más votados en la última votación. Después de cada votación las papeletas en las que los cardenales han escrito el nombre de sus elegidos son quemadas. Cuando no se obtiene un resultado positivo se informa al exterior a través del humo negro.

Cuando se alcanza la mayoría necesaria, el Cardenal Decano o el que le siga en orden y antigüedad pide el consentimiento al elegido con la siguiente pregunta: ¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?. Si el candidato electo da el consentimiento, se le pregunta entonces: ¿Con qué nombre deseas ser conocido? El mundo entero es entonces informado de que un nuevo papa ha sido designado a través de la "fumata blanca" y el sonido de las campanas de San Pedro. Desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Protodiácono pronuncia la frase "Habemus Papam" ("tenemos papa"). La identidad y el nombre del elegido son entonces anunciadas.

FUENTE: EFE