viernes, 20 de julio de 2012

DESDE LA PALABRA, por Francisco J. Castro: "La Iglesia, pionera en investigación científica"


*Francisco J. Castro

La Iglesia es pionera en investigación científica, en amplios y variados campos de trabajo, tanto en investigación especulativa como hipotética. El Estado del Vaticano cuenta con las academias pontificias de Ciencias Sociales; para la Vida; de Teología y Eclesiástica, entre otras, además de los consejos pontificios de Familia; Justicia y Paz o Comunicaciones Sociales. Tanto las academias como los consejos tienen su razón de ser en la promoción de la verdad, pero también en su investigación en función de las respectivas metodologías científicas.


La Academia Pontificia de las Ciencias, por poner un ejemplo, es un organismo de la curia de prestigio internacional; el centro de investigación y debate científico más importante del mundo. En esta institución han trabajado durante décadas setenta premios nóbeles de múltiples especialidades. La Academia Pontificia de las Ciencias tuvo sus orígenes en 1603 en la Academia de los Linces de Roma. Después de períodos de bonanza, por un lado, y de complicación, por otro, en 1936, el Papa Pío XI la reconstituyó con el nombre y funciones actuales.

La academia incluye seis grandes áreas de trabajo: ciencias básicas; ciencias y tecnologías de los problemas globales; ciencias de los problemas del mundo en desarrollo; política científica; bioética y epistemología.

Por otro lado, el Estado del Vaticano también cuenta con el Observatorio Astronómico, que opera en dos centros, uno en Castelgandolfo y otro en Tucson, Arizona. El Observatorio Vaticano realiza estudios sobre modelos cosmológicos; clasificaciones espectrales de estrellas peculiares; distribución de estrellas ricas y pobres en metales; estrellas binarias con cambios de materias; material presente en las nubes oscuras en las que se forman nuevas estrellas; polvo que rodea las estrellas jóvenes; historia de las ciencias, entre otros asuntos. Precisamente, un jesuita astrónomo, el padre Angelo Secchi, fue el primero en clasificar las estrellas según sus espectros.

Recientemente, se presentaron en el Vaticano las conclusiones sobre la Semana de Estudio de Astrobiología, organizada por la Pontificia Academia de las Ciencias y el Observatorio Astronómico Vaticano, que invita a científicos de todo el mundo a participar en este evento. La Astrobiología es la ciencia que estudia las relaciones de la vida con el resto del cosmos. Origen de la vida; evolución de la vida en la Tierra o sus perspectivas dentro y fuera de este planeta son asuntos que trata esta especialidad. 

La Ciudad del Vaticano tiene dentro de sus servicios la emisora Radio Vaticana, que durante décadas ha emitido en Onda Corta para todos los continentes y en numerosas lenguas, aunque ahora ha empezado sus emisiones en FM y AM, también de manera mundial. Aunque no es un centro de investigación, sino un servicio, sí mantiene un continuo trabajo de investigación y mejora tecnológica en el campo de las telecomunicaciones, precisamente para la mejora del servicio, que se fundamenta en las actividades del Papa. Quien suscribe este artículo fue colaborador de Radio Vaticana desde la década de los setenta, en sus emisiones en Onda Corta. Millones de fieles y seguidores en todo el mundo utilizaron receptores de comunicaciones multibandas para captar las señales de Radio Vaticana, y para seguir sus emisiones, muchas veces incluso con el uso de antenas exteriores. Ha supuesto, y lo sigue siendo, un importante medio de evangelización.

Otro servicio destacado es la Filmoteca Vaticana, que trabaja desde hace años en un proyecto de investigación sobre la religión en el cine mundial, para determinar cómo se ha tratado el tema de lo trascendente. La Filmoteca cuenta con un archivo de 7.000 títulos catalogados, entre películas históricas sobre pontífices; actividad de la Iglesia; relevancia artística y temática, documentales de actualidad, entre otros temas; con la dotación profesional necesaria y un laboratorio para la regeneración de películas.

La Bioética es una de las grandes áreas de trabajo de la Academia Pontificia de las Ciencias, de tremenda actualidad. El estudio de la Bioética se mueve, necesariamente, entre la Teología y las ciencias empíricas y, en ambos casos, todo el trabajo está fundamentado en la protección de la vida como derecho fundamental e inalienable de la humanidad.

Estas han sido breves pinceladas sobre instituciones y servicios de investigación de la Iglesia, y habría que recordar la existencia de titulaciones universitarias canónicas que permiten la investigación. En España, Licentiatus in Scientiis Religiosis (que se imparte en el ISTIC); Licentiatus  in Archeologia Christiana; Licentiatus in Studiis Orientis Antiqui. Hay otras titulaciones en universidades católicas destinadas, por ejemplo, a la Bioética, el medio ambiente, entre otras especialidades.

El Concilio Vaticano II, en su constitución “Gaudium et Spes”, determina, en el número 44, que “la experiencia de los siglos pasados” por un lado, y “el progreso de las ciencias” por otro, interesan en gran manera a la Iglesia.

*Periodista