miércoles, 25 de julio de 2012

DESDE LA PALABRA, por Francisco Castro: “¿La Epistemología es necesaria?”


*Francisco Castro

Los alumnos de Ciencias Religiosas nos habituaremos poco a pocos a los términos de Ciencia y Epistemología, y también a los de hipótesis y especulación. La dicción ciencia ha tenido en todos estos siglos profundas transformaciones, tanto respecto al significado del término como a los campos de aplicación. Aristóteles, padre de la Metafísica, definió la ciencia, por primera vez, como “cognitio rei per causa”, es decir, el conocimiento de una cosa por sus principios o causas. El filósofo dividió las ciencias en tres especialidades: matemáticas, física y metafísica.


Aristóteles entendía la causa como la naturaleza de la realidad, por lo que, para explicar un fenómeno basta conocer la esencia que lo produce. La ciencia moderna restringe la aplicación a experimentos y cálculos. Sin embargo, Compte exigió a la Filosofía el estudio de las ciencias, la determinación de los fenómenos y de la metodología.
Pero, una cosa es causa, como principio, y otra la cadena causal independiente, que se refiere al azar. Coexisten el determinismo, que es la necesidad de la actividad natural, y el indeterminismo, que es la física cuántica y las leyes, con las cadenas causales independientes. Y la naturaleza se organiza en características como físico-químicas; astrofísicas y biológicas.

La Epistemología es la filosofía de la ciencia, que explica el método y la validez de los argumentos de los científicos y, mediante una actitud crítica, persigue la racionalidad en la actitud hipotética. La epistemología se pregunta por el conocimiento científico; el trabajo; la interpretación; el alcance de las respuestas científicas; el estatuto de las leyes científicas; la objetividad de las ciencias empíricas; consistencia de la experiencia científica, entre otras.

Nos movemos, por tarto, en dos ámbitos diferentes, en un doble aspecto, connotativo y denotativo. ¿La actitud hipotética debe estar basada solamente en experimentos y cálculos o debe tener en cuenta la Epistemología? ¿En las ciencias se plantean los mismos problemas que en la Filosofía? Al menos tienen un ámbito académico en común: suponen una interrogación permanente sobre la realidad. Se interrogan constantemente sobre la realidad, pero también podemos hallar importantes diferencias.

El experimento y el cálculo han pretendido explicar cómo “funcionan” los fenómenos, no así su origen y finalidad. ¿Es necesaria, por tanto, la Epistemología? Toda la historia de la ciencia ha estado marcada por el denominado criterio de falsificabilidad, que consiste en que numerosas teorías científicas tenidas como firmes y seguras han resultado insuficientes o erróneas.

Los grandes temas de la Filosofía han sido siempre Dios, el mundo y el hombre, y los grandes problemas el movimiento, así como el tiempo y el espacio, de lo que resultan la velocidad. “Todo lo que se mueve es movido por otro” (Aristóteles). Es un fundamental principio de causalidad. Por lo tanto, Dios es causa primera.


Períodos históricos de la Filosofía:

Antiguo

Hombre - mundo - Dios

Medieval

Dios - Hombre                Dios - mundo

Moderno

Hombre - Dios               Hombre - mundo

Contemporáneo

Hombre - mundo

Y, ¿dónde está la Teología? He querido dejar al margen la Teología, que merece un estudio aparte. La Teología se considera una ciencia, a partir del Concilio Vaticano II, pero es una ciencia especulativa. Como toda ciencia cuenta con su metodología científica, y sus grandes temas también son Dios, el hombre y el mundo. Teología es entendimiento y conciencia de la fe, razón de la esperanza. Sobre todo es una reflexión sistemática sobre quién es Dios y qué creemos de Él. Pero, no es un Dios cualquiera, sino el Dios revelado por Jesucristo.
Los teólogos, en la observación de las exigencias y métodos propios de la ciencia teológica, “están invitados a buscar continuamente un modo más adecuado de comunicar la doctrina a los hombres de su tiempo, porque una cosa es el depósito mismo de la fe, es decir, las verdades, y otra el modo en que se formulan, con la conservación de su mismo sentido y significado” (constitución conciliar Gaudium et Spes, nº 62).

“Dad culto al Señor, Cristo, en vuestro interior, siempre dispuestos a dar respuestas a quien os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3,15).

*Periodista