Mesa redonda al cierre de las jornadas. FOTOS: ESTEBAN GLEZ. |
La UIMP y el ISTIC clausuraron este jueves las jornadas “De la Neurociencia a la Neuroética: en el marco de la relación mente-cerebro”, que se han celebrado entre los días 24 y 27 en la sede lagunera del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC. Esta cita, que ha reunido a un enorme elenco de especialistas en neurociencia, donde la representación de la ULL fue notoria, concluyó con la intervención de varios ponentes en una mesa redonda, que fue coordinada por el director del ISTIC, Juan Pedro Rivero.
Las conclusiones que se abordaron durante la última noche del curso versaron en torno a que “la neurociencia va a producir efectos sociales relacionados con la definición del sentido del yo, y las relaciones mente-cerebro, una definición que realmente conllevará muchos cambios sociales”. En este sentido, durante estos días se ha intentado responder a cuestiones tales como: “¿El ser humano es sólo y exclusivamente los mecanismos de su cerebro?”; “¿Somos realmente libres?”; “¿Somos un sujeto con autoconscienciencia?”; “¿La trascendencia es un efecto del cerebro y su fisiología bioquímica?”. La sede del ISTIC ha acogido unas jornadas de alto nivel sobre Neurociencia y Neuroética. Entre las conclusiones que se han recogido en el desarrollo de la mesa redonda con la que se cerraba esta cita cabe anotar la de José Ignacio Murillo, profesor de Filosofía de la Universidad de Navarra, quien sobre la Neurociencia y la Neuroética apuntaba el que “hay que considerarlas cuestiones difíciles pero necesarias, ya que lo necesario es difícil”, y sin embargo añadía que “está muy bien conocer el universo, pero me urge conocer lo que sucede en mí mismo”.
Por otro lado, el doctor Emilio Sanz, decano de la Facultad de Medicina de la ULL, anotaba que para responder a la pregunta de “¿Quiénes somos nosotros?, se necesita de la neurociencia, pero no depende sólo de ella”. Finalmente es reconocible el que “la Neurociencia no puede ni debe escapar de la ética y debe reconocerse dentro de un camino interdisciplinar para descubrir la verdad del ser humano”, como se anotó durante la conclusión de estas jornadas.
DOCUMENTACIÓN Y FUENTES: DAVID RODRÍGUEZ MARTÍN