domingo, 20 de febrero de 2011

El Instituto de Teología inaugura el lunes sus jornadas sobre “Cristianismo y Laicidad: Creyentes en una sociedad post-secular”

El doctor Agustín Domingo Moratalla profundizará durante cuatro días en torno a las relaciones entre sociedad y religión

El próximo lunes 21, el Instituto de Teología de las Islas Canarias (ISTIC) inaugurará las Jornadas “Cristianismo y Laicidad: Creyentes en una sociedad post-secular”, que arrancarán ese mismo día, a las 19,00 horas, y concluirán el jueves 24. El ponente invitado para desarrollar el extenso programa que ofrece esta cita teológica, es el doctor Agustín Domingo Moratalla, profesor titular de Filosofía del Derecho, Moral y Política de la Universidad de Valencia. El acto de inauguración será presidido por el Director del ISTIC, Juan Pedro Rivero, a quien acompañarán la secretaría del Departamento de Fe y Cultura, María José García, así como el Vicario General de la Diócesis Nivariense, Antonio Pérez. Estas jornadas, organizadas en colaboración con la ULL, otorgan dos créditos a aquellos alumnos que acrediten su asistencia.

“Cristianismo y Laicidad” están inmersas dentro de la Cátedra de Ética y Política del ISTIC. El profesor Moratalla disertará sobre el tema central de esta edición 2011 desde una serie de títulos propuestos para cada día ante algo “lo post-secular” que ha generado cierto conflicto dialéctico en estos últimos tiempos. En este sentido, Moratalla asegura que “los investigadores sociales llaman de muy distintas formas a la sociedad actual y en lo que respecta a las relaciones entre sociedad y religión utilizan el término post-secular, porque consideran que el tiempo de la secularización ha sido superado por un tiempo nuevo que aún no sabemos cómo llamar”. De la misma forma también profundizará durante las jornadas en que “otros lo han llamado post-modernidad, porque consideran que han muerto las ideologías, las utopías y los grandes metarrelatos que dieron sentido a la Ilustración y la Modernidad. Esos proyectos no suponen una supresión o anulación de la moral sino una reforma de la moral heroica que ha sido sustituida por una moral de la vida cotidiana que quiere ser, a la vez, de la proximidad y de la globalidad. Esta moral no se construye sin la religión o dándole la espalda a las religiones”, apostilla.